lunes, 21 de marzo de 2016

¿De que hablamos cuando hablamos de "ir a danza"?


Primera Parte

Expresión

Lo primero que aparece en mi al pensar/sentir la danza es entenderla como un vehículo para la expresividad. Un lenguaje a través del cual ponemos ideas en el mundo. Mundos internos, sensaciones, emociones, pensamientos, opiniones, con las más variadas posibilidades. De la mano de cada técnica de movimiento, usamos el cuerpo, -cada pedacito de cuerpo, cabello incluido - para expresar. Así habrá quienes disfruten de movimientos suaves, de sentir el cuerpo etéreo y elevado, percibiendo el viento que nos roza con dulzura en el recorrido de un brazo, habrá quien desee explotar sacudiendo una rodilla con cadera de costado, y habrá quienes anhelen el fuego y la conexión casi mística con la tierra. O habrá días, en donde una misma persona desee todas las posibilidades. Porque de eso se trata, de darle a nuestro cuerpo un espacio donde explorar las posibilidades expresivas, creativas y de movimiento. 




Es la combinación de lo que se siente al bailar con la "producción" que logramos, con la "danza" que ponemos en el mundo. Se trata de la satisfacción de percibirnos y observarnos danzando. De la conciencia de lo que somos capaces de hacer con nuestro cuerpo unida a la experiencia que esos movimientos generan. El orgullo de cada logro, de cada movimiento incorporado, sumado al placer sensorial de realizarlos.